La Policía Nacional de Haití (PNH) informó este lunes que desde el miércoles pasado lleva a cabo una operación para desmantelar la banda que el 9 de junio asesinó a tres miembros de la unidad de élite antipandillas en Delmas 18, en pleno centro de la capital.
«En el marco de esta operación, aún en curso, las fuerzas del orden intercambiaron disparos con los individuos armados y lograron retirar varias barricadas de la carretera», indicó la institución en un comunicado.
En tanto, la Policía haitiana afirmó que está lanzando la operación en Bas-Delmas, en el bastión del grupo armado dirigido por el expolicía Jimmy Cherisier, alias Barbecue, que reivindicó el asesinato de los tres agentes.
En el marco de esta operación, inscrita en la «lucha contra la delincuencia organizada», se desplegaron varios agentes especializados, entre ellos los de la Unidad Antipandillas (UTAG), la Brigada de Intervención de Búsqueda, la Compañía de Intervención y de Mantenimiento del Orden (CIMO) y secciones de la maquinaria pesada de la policía.
Sin embargo, el primer ministro de Haití, Garry Conille, se reunió ayer con representantes de las familias de los tres policías asesinados por los bandidos.
Dicho objetivo de la reunión era brindar solidaridad a los familiares de los policías asesinados mientras estaban en servicio y comprender las expectativas de los parientes de las víctimas.
«El país no podrá devolverles a sus hijos, pero podemos asegurarnos de que Haití nunca les olvide por su leal servicio a la nación», detalló Conille, quien dijo que se solidarizaba con el dolor de los padres de los valerosos policías muertos por balas asesinas.
«La policía ha hecho enormes sacrificios para servir a la nación. Prometo el apoyo total e incondicional de mi Gobierno a sus familias», expresó el jefe de Gabinete en una nota emitida por el Ministerio de Comunicación.
Conille afirmó que garantizará una «respuesta institucional adecuada, responsable y rápida a los familiares de las víctimas policiales». Prometió garantizar la creación de un marco jurídico de apoyo a todas las familias de los policías que caigan en sus combates contra las bandas armadas y el crimen organizado en general.
Las bandas dominan la mayor parte de Puerto Príncipe y otras zonas de Haití.