José Raúl Mulino, recién proclamado presidente electo de Panamá, prometió repatriaciones para los migrantes que atraviesen el Darién, la selva fronteriza con Colombia, con ayuda internacional y respeto a los derechos humanos.
Durante su discurso de proclamación, afirmó que Panamá y el Darién no son simples rutas de tránsito, sino parte de la frontera nacional.
Propuso un cierre filosófico de la frontera para iniciar un proceso de repatriación con respeto a los derechos humanos.
La Junta Nacional de Escrutinio lo oficializó como nuevo mandatario para el período 2024-2029 y le entregó las credenciales en Ciudad de Panamá. Sin embargo, el nuevo Gobierno comenzará oficialmente el 1 de julio, tras un proceso de transición escalonado que inicia el 3 de junio.
La crisis migratoria ha situado a Panamá en el epicentro de la atención internacional. En lo que va del año, más de 130,000 personas, en su mayoría venezolanos, han pasado por el Darién en su camino hacia Norteamérica, una cifra que podría superar los 520,000 migrantes del año 2023.
Mulino, destacado por su trayectoria política y su carácter fuerte, ganó la Presidencia con el 34.2% de los votos, respaldado por los partidos Realizando Metas (RM) y Alianza, según el escrutinio completo.
Su ascenso como candidato presidencial fue accidentado, pues asumió la candidatura tras la inhabilitación política del expresidente Ricardo Martinelli, quien se refugió en la Embajada de Nicaragua en Panamá tras ser condenado por lavado de dinero.