Las protestas contra las redadas migratorias, que comenzaron en Los Ángeles y llevaron al presidente Trump a enviar a la Guardia Nacional, se han extendido a al menos otras diez ciudades de Estados Unidos, incluidas Nueva York, Chicago, Washington y Filadelfia.
Las manifestaciones comenzaron el viernes cuando el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) llevó a cabo varias redadas en la segunda ciudad más grande del país y sus alrededores.
Desde entonces, las manifestaciones contra las intervenciones de ICE se han extendido por todo el país, y hay informes de que podrían ser más grandes en los próximos días.
A pesar de las protestas, el gobierno afirmó que continuaría con su programa de redadas y deportaciones.
«ICE continuará aplicando la ley», publicó el martes en redes sociales la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem.
