Los abogados José Montero, Marcos Nova y José E. Cuevas, quienes representaban a Clarisa Ozuna y Agustina Reyes, así como Pablo Castillo de Los Mota, desistieron de sus querellas en el caso Calamar contra Ángel Lockward.
Mientras que, los juristas argumentaron que Lockward era inocente de los cargos que se le imputaban en el caso Calamar.
Adicionalmente, Montero y Pablo Castillo también retiraron sus querellas contra Donald Guerrero, mientras que la Fundación Alfredo Nobel se retiró del proceso por considerar que no había méritos suficientes para el sometimiento.
En la misma jornada, la doctora Fabiola Villavizar presentó una querella contra Lockward, pero el abogado la desestimó al demostrar que Villavizar había utilizado un poder con la firma falsificada de personas fallecidas y la de un notario, el doctor Eugenio Curiel Grullón.
Lockward también probó que los supuestos documentos presentados eran contrarios a la Ley 1542 sobre terrenos registrados y que el reclamo ya había sido rechazado en 2013 por el Tribunal de Tierras, por lo que la jurisdicción penal no era competente en este caso.
Las audiencias para la presentación de querellas podrían concluir mañana, dejando a Guerrero y Lockward con casi ningún querellante.
Por otra parte, Gonzalo Castillo también recibió dos desistimientos: el de Braulio Castillo y el de la Fundación Alfredo Nobel.
Finalmente, todos los querellantes solicitaron a la jueza que ordenara el levantamiento de la oposición del PEPCA sobre el pago pendiente. Ellos argumentaron que los contratos son lícitos y regulares, y que no existe un desfalco.