En un contexto nacional marcado por la polarización y el ruido informativo, las entidades que conforman Compromiso Santiago consideramos un deber cívico subrayar aquellas gestiones públicas que se distinguen por el rigor, la templanza y un respeto irrestricto a la institucionalidad, como lo es la labor de la vicepresidenta Raquel Peña, cuya actuación ha estado guiada por la coherencia y el sentido de Estado.
A lo largo de los años, y desde un ejercicio sostenido de análisis responsable, hemos reconocido de manera consistente su desempeño al frente de la Oficina de la Vicepresidencia, así como su rol como coordinadora de tres Gabinetes de relevancia estratégica, espacios desde los cuales ha demostrado una gran capacidad para enfrentar desafíos complejos, articular voluntades diversas y conducir procesos hacia soluciones efectivas, siempre con un norte inequívocamente enfocado al bien común y a una visión de país proyectada a la trascendencia.
Más allá de ese desempeño sobresaliente y de los resultados tangibles —plenamente verificables, su rol público refleja con claridad los rasgos que han caracterizado toda su trayectoria profesional: constancia, disciplina y un compromiso genuino con el desarrollo nacional. En esa continuidad reside una de sus mayores fortalezas: actuar hoy como siempre lo ha hecho, con la misma ética que orientó su vida profesional antes de asumir funciones públicas.
Reconocer este tipo de liderazgo no es propaganda ni alineamiento partidista. Es un acto de madurez cívica y una defensa consciente de la institucionalidad que la ciudad valora, promueve y necesita para pensar en su desarrollo con seriedad.
Emitir juicios sin sustento y de manera ligera, poniendo en duda la honorabilidad de servidores públicos que han contribuido de forma evidente al futuro del país, empobrece el debate democrático y desalienta la participación de profesionales de alto valor llamados a servir con vocación; por ello, desde Compromiso Santiago invitamos a detener estas prácticas y a ejercer la comunicación —en todos los espacios— con responsabilidad y sentido de nación.