República Dominicana se incorporó, a través del Consejo Nacional para el Cambio Climático y Mecanismo de Desarrollo Limpio (CNCCMDL), al Programa Espacial de la Unión Europea (UE), con el programa de observación de la tierra Copernicus.
El vicepresidente ejecutivo del CNCCMDL, Max Puig, explicó en un comunicado que el ingreso de esta institución a Copernicus, en calidad de embajador del Programa en República Dominicana, facilita el acceso de todo el gobierno a los datos e informaciones que producen sus satélites y sensores en todo el mundo, de manera directa.
“Los satélites y sensores del programa Copernicus generan y transmite información de alto valor en temas de cambio climático, meteorología, riesgo de desastres, seguridad civil, monitoreo urbano y de tránsito vehicular y hasta migración transfronteriza. Todo ese caudal de información está a disposición del gobierno dominicano para mejorar las capacidades de planificación y respuesta a las eventualidades que puedan surgir”, expresó.
Según Puig, el Consejo Nacional para el Cambio Climático y Mecanismo de Desarrollo Limpio ya celebró una primera reunión con instituciones de la Comisión Nacional de Emergencias y otros ministerios para informar a sectores del gobierno acerca de las informaciones a las que tendrán acceso a través de Copernicus.
“Con el acceso a los datos e informes que elabora el programa Copernicus, República Dominicana abre nuevas puertas para acelerar el desarrollo sostenible, la innovación tecnológica, y otras vitales áreas de la economía, fortaleciendo la seguridad nacional y mejorando la gestión de los recursos naturales”, dijo.
A través de Copernicus, la República Dominicana podrá hacer uso de datos espaciales de alta calidad y precisión en tiempo real, que son aprovechables para el seguimiento a huracanes y tormentas, protección civil, la agricultura, la vigilancia marítima, la calidad del aire, las olas de calor y la gestión de los efectos del cambio climático.
El compromiso con Copernicus no solo posicionará a la República Dominicana como un socio estratégico dentro del ecosistema espacial europeo, sino que abrirá nuevas oportunidades para el desarrollo de capacidades de observación y espacial nacional, especialmente para el desarrollo del Atlas de Riesgo Climático, que está en proceso de construcción.