Juan Carlos Andrade, dueño del Motel Paraíso de Quillota, a unos 120 kilómetros de Santiago, reabrió hace unas semanas, tras permitirse la circulación y apertura de este tipo de recintos y hasta «hacen fila» para ingresar.
Tras meses de encierro y con dificultades para viajar, la reapertura de estos refugios para el amor fue bienvenida por las parejas que buscan quebrar la rutina o reencontrarse de una manera atrevida.