El suicidio es un problema de salud pública de magnitud alarmante. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 700,000 personas mueren por suicidio cada año en el mundo, lo que equivale a una muerte cada 40 segundos. Detrás de estas cifras existen historias de sufrimiento, desesperanza y, en muchos casos, oportunidades perdidas para intervenir a tiempo.
En los últimos años, diversos países han desarrollado planes nacionales de prevención del suicidio. Estos incluyen la creación de observatorios que permiten un mejor monitoreo de los casos, capacitación a profesionales de la salud y la implementación de líneas de ayuda accesibles. En España, por ejemplo, la puesta en marcha del Teléfono 024 ha demostrado ser una herramienta fundamental, atendiendo más de 140,000 llamadas en su primer año. En Estados Unidos, la línea 988 ha permitido una respuesta más inmediata a personas en crisis.
La coordinación entre instituciones sanitarias, educativas y comunitarias también es clave. En América Latina, países como Chile y Colombia han fortalecido la atención en salud mental, con programas especializados en hospitales y centros de salud públicos para la identificación temprana de personas en riesgo, en República Dominicana el Ministerio de Salud Pública, a través del Departamento de Salud Mental, organizó un foro con el objetivo de explorar y socializar aspectos clave para la construcción de un plan nacional de respuesta al suicidio
Factores de Riesgo: Hombres y Mujeres en Situación de Vulnerabilidad
Si bien el suicidio afecta a todas las edades y géneros, las estadísticas revelan diferencias importantes. En la mayoría de los países, los hombres tienen una tasa de suicidio más alta que las mujeres. Sin embargo, las mujeres presentan un mayor número de intentos. Esto se debe a varios factores:
Además, la adolescencia y la tercera edad son etapas críticas. En los jóvenes, el acoso escolar, el uso de redes sociales y la presión académica pueden ser detonantes. En los adultos mayores, la soledad y enfermedades crónicas aumentan el riesgo.
Señales de Alerta: Cómo Identificar el Riesgo en Familiares o Amigos
Identificar a tiempo los signos de riesgo es fundamental para evitar desenlaces fatales. Algunos de los indicadores más comunes incluyen:
Ante estas señales, es vital actuar con rapidez: hablar con la persona, mostrar apoyo y guiarla hacia ayuda profesional.
La prevención del suicidio no solo depende de la acción gubernamental, sino también de la atención individualizada. Un psiquiatra es el profesional idóneo para evaluar riesgos, diagnosticar trastornos mentales subyacentes y ofrecer estrategias efectivas de tratamiento qué incluye psicofármacos, psicoterapias con psicólogos clínicos con máster en terapia cognitivo conductual/ Conductual Dialéctica (DBT) y terapia Familiar que permite integrar al círculo familiar.
En Santiago o en Punta Cana, contar con un psiquiatra con experiencia permite a las familias dominicanas, así como a los turistas que nos visitan, acceder a un tratamiento integral para recibir atención especializada en los momentos más cruciales, el suicidio es prevenible. La clave está en hablar, escuchar y actuar.
Todos podemos ser agentes de cambio en nuestra comunidad, brindando apoyo y fomentando un ambiente donde pedir ayuda no sea visto como una debilidad. La salud mental es un derecho de todos y debe ser una prioridad en nuestras vidas.
“No estás solo. Te podemos ayudar.”
