Este lunes volvemos a vestirnos de luto, ante el probable asesinato del folclorista Víctor Erarte, cuyo cuerpo fue encontrado en el interior de su domicilio en la noche del domingo, presenta signos de violencia, por lo que el director del DICRIM se encuentra en la ciudad de santiago para investigar esta muerte trágica e inesperada.
Frente a este hecho, nuestro acostumbrado optimismo para los lunes se convierte una vez más en desaliento, impotencia y frustración.
Y es cuando viene una y otra vez, la misma pregunta…
¿Cómo vamos a sobrevivir en una sociedad cada día más violenta?
¿Se nos están acabando los lugares seguros en donde meternos ?
Justo anoche volví a ver la película “sin novedad en el frente” del realizador Delbert Mann. un drama antibelicista sobre la gran decepción que sufre un grupo de estudiantes adolescentes que han sido enviados al frente durante la primera guerra mundial (1914-1918). en donde más de 10 millones de personas murieron y unos 20 millones resultaron con heridas terribles. Les recomiendo verla, está disponible en Netflix y aunque fue realizada en 1979, tiene hoy más que nunca una vigencia demoledora, cuando el planeta vuelve a verse amenazado con una verdadera catástrofe… Algunos apenas se enteran y probablemente sean los únicos seres felices sobre la tierra, porque cuando sabemos que el genocida Putin se pavonea tocando la puerta de una tercera guerra mundial. El pleito entre china y EE.UU está casado por el conflicto con Taiwán, nuestro vecino más cercano está controlado por bandas criminales que amenazan penetrar abiertamente a la república dominicana, azotados por fenómenos naturales que a su paso solo dejan destrucción, un nivel de delincuencia e inseguridad que nos mantiene encuevados, llevar comida a la mesa ha pasado a convertirse en una verdadera hazaña, nuestros hijos no están seguros en sus escuelas y las peores enfermedades que se creían superadas han vuelto a presentar su rostro de muerte, otras pandemias en camino…
Nuestra adicción a las redes sociales, ese vertedero en el cual nos sumergimos enfermándonos mental y físicamente hasta la médula.
Bueno, mejor dejo este tenebroso rosario de calamidades para no entorpecer, justo a esta hora, su digestión.
pero ¿que podemos hacer para protegernos un poco de todo este lodo que nos cae encima? especialmente cuando estamos conscientes de que mucho de lo que ocurre no está bajo nuestro control.
Creo que podemos comenzar por las recomendaciones del neurocientífico Mariano Sigman cuando plantea que debemos cuidarnos de la adicción al contenido emocional negativo que dominan los grandes titulares que generan mucha ansiedad. es un nivel de estrés muy alto que nos deja muy angustiados. entramos en una especie de ciclo tóxico de la información negativa de la cual es muy difícil de salir. una especie de nube negra que nos persigue desde que amanece hasta que nos vamos a la cama a producir pesadillas y sueños oscuros.
¿Qué es lo que hace este neurocientífico? … simplemente se impone desde una hora determinada no prestarle atención al vertedero y así consigue defenderse de la ansiedad.
Es una buena y acertada recomendación… porque las cosas solo existen cuando le prestamos atención.
El mismo luciano pavarotti. ese tenor italiano, considerado uno de los mejores del siglo xx y muy aficionado a los grandes manjares decía.
“Una de las mejores cosas de la vida es que debemos interrumpir regularmente cualquier labor y concentrar nuestra atención en la comida”.
