Equipos de rescate dominicanos retomaron este sábado las labores de búsqueda de al menos una veintena de personas desaparecidas tras el naufragio de una embarcación que intentaba llegar ilegalmente a Puerto Rico. Sin embargo, las autoridades reportaron serias dificultades debido al fuerte oleaje, la densa presencia de sargazo y la baja visibilidad provocada por el polvo del Sahara.
El naufragio, ocurrido la madrugada del viernes frente a las costas de la playa Juanillo, en el distrito turístico de Verón-Punta Cana, ha dejado hasta el momento cinco personas muertas y 17 sobrevivientes, según el más reciente informe ofrecido por la Defensa Civil.
De acuerdo con testimonios de los rescatados, a bordo de la embarcación viajaban entre 40 y 50 migrantes, en su mayoría de nacionalidad dominicana y haitiana.
El director de la Defensa Civil, Juan Salas, explicó que las condiciones actuales del mar han dificultado seriamente las labores de búsqueda.
“Hoy la mayor preocupación es el sargazo, que dificulta la visibilidad de cualquier cuerpo o elemento en el agua”, declaró Salas a la agencia AFP.
Añadió que también el polvo del Sahara, fenómeno que suele afectar el Caribe entre mayo y septiembre, ha reducido la visibilidad para los equipos aéreos que sobrevuelan la zona.
En ese sentido, se ha incrementado la cantidad de embarcaciones desplegadas en el área con el objetivo de agilizar la búsqueda, dado que la posibilidad de encontrar sobrevivientes requiere una acción inmediata.
Los cuerpos recuperados corresponden a una mujer y tres hombres, quienes viajaban en una yola, embarcación de pequeñas dimensiones utilizada con frecuencia para realizar viajes ilegales hacia Puerto Rico, territorio con estatus de Estado libre asociado a los Estados Unidos.
La Armada Dominicana confirmó que la embarcación intentaba llegar de forma irregular al vecino país, partiendo desde la zona este del país, específicamente desde la costa de Juanillo, en la provincia La Altagracia. Esta peligrosa ruta marítima tiene una distancia aproximada de 130 kilómetros.
Autoridades explican que las yolas, usualmente fabricadas en madera o fibra de vidrio, no cumplen con medidas mínimas de seguridad, lo que aumenta significativamente el riesgo de naufragios. A pesar de ello, el fenómeno de la migración ilegal desde República Dominicana hacia Puerto Rico ha ido en aumento en la última década, impulsado por redes de tráfico de personas que llegan a cobrar hasta 7,000 dólares por persona para realizar la travesía.
Además de los obstáculos en la búsqueda, persiste la incertidumbre sobre la cantidad exacta de personas que viajaban a bordo al momento del naufragio. Según versiones ofrecidas por los sobrevivientes, el número de ocupantes podría oscilar entre 35 y 54, lo que dificulta establecer con precisión cuántas personas permanecen desaparecidas.
El quinto cuerpo recuperado este sábado no ha sido identificado y fue trasladado al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) para su análisis.