El director interino del Servicio Secreto, Ronald Rowe, reconoció este jueves en la Cámara de Representantes que la agencia falló en la protección de Donald Trump durante el intento de asesinato en julio, evidenciando «brechas críticas» en su seguridad.
En tanto, Rowe aceptó la responsabilidad del incidente en un mitin en Pensilvania, donde el expresidente fue herido de bala, y destacó los errores en comunicación, coordinación y la identificación de peligros.
De igual manera, defendió la respuesta del Servicio Secreto en un segundo intento de ataque en Florida. Tras el incidente, se implementaron cambios, como el uso de drones y más personal para proteger a Trump en su campaña.