Las autoridades de la Franja de Gaza, controladas por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), han denunciado que más de 320 personas han muerto y que se han producido más de 300 abortos espontáneos entre mujeres embarazadas debido a la escasez de alimentos y medicamentos en el enclave, como consecuencia del bloqueo impuesto por las autoridades israelíes desde el 2 de marzo.
La oficina de prensa de las autoridades gazatíes ha indicado, a través de un comunicado publicado en su canal de Telegram, que «la política de hambruna impuesta por la ocupación israelí en la Franja ha causado la muerte de 326 personas por desnutrición y escasez de alimentos y medicamentos, así como más de 300 abortos espontáneos en 80 días».
Así, ha precisado que 58 personas han fallecido por desnutrición, mientras que 242 han muerto debido a la escasez de alimentos y medicamentos, la mayoría de ellas de edad avanzada. Además, 26 pacientes renales han perdido la vida por falta de nutrición y atención adecuadas. En cuanto a los abortos, estos se deben a «la falta de nutrientes esenciales para el embarazo».
A esto se suma que «numerosas campañas de donación de sangre han fracasado debido a la debilidad física de los ciudadanos y a su incapacidad para donar sangre, en un momento en que los hospitales sufren una grave escasez de unidades de sangre ante la afluencia de miles de heridos que necesitan urgentemente cirugía de emergencia».
Sin embargo, la oficina ha expresado su «profunda preocupación y condena ante el agravamiento de la catástrofe humanitaria en la Franja de Gaza, como resultado de la continua aplicación, por parte de Israel, de una política sistemática de hambruna y la prohibición de la entrada de alimentos, suministros médicos y combustible durante 80 días consecutivos».
«Este es un crimen claro y completo que constituye genocidio y presagia una grave catástrofe humanitaria que amenaza la vida de más de 2,4 millones de palestinos en la asediada Franja de Gaza», ha denunciado, al tiempo que ha reclamado la entrada diaria de 500 camiones de ayuda y otros 50 de combustible para las instalaciones médicas e infraestructuras civiles.
Las autoridades de Gaza han recordado que, para lograrlo, Israel ha cerrado por completo todos los cruces fronterizos, «en flagrante violación de todas las leyes y normas internacionales, a plena vista de la comunidad internacional». Por ello, han responsabilizado «plenamente» a Israel «de esta hambruna cada vez más grave», así como a Estados Unidos y a otros países como el Reino Unido, Alemania y Francia, «por su complicidad, silencio y apoyo directo a estos crímenes».
Con todo, han hecho un llamamiento a la comunidad internacional «para que rompa su vergonzoso silencio y tome medidas urgentes e inmediatas para abrir todos los cruces fronterizos, permitir la entrada de alimentos, medicamentos y combustible a la Franja de Gaza, y salvar la vida de cientos de miles de civiles antes de que sea demasiado tarde».
Por último, han extendido su llamamiento al Tribunal Penal Internacional (TPI) y a las organizaciones de derechos humanos «para que asuman sus responsabilidades morales y legales en el enjuiciamiento de los líderes de la ocupación israelí como criminales de guerra, trabajen para que rindan cuentas ante tribunales internacionales y pongan fin a estas masacres y violaciones que exceden todo límite de humanidad».