26 Diciembre 2024

Datos relevantes del informe de la ONU

Teleuniverso

Las bandas de Haití han amenazado directa e indirectamente la seguridad alimentaria del país. Indirectamente, su escalada de violencia ha provocado crisis económicas, ha aumentado los precios y ha agravado la pobreza. Directamente, actividades como la extorsión organizada estrangulan la economía (peyi lok), y su cobro de impuestos oficiosos ha trastornado enormemente la economía. Los agricultores tienen dificultades para cultivar y comercializar sus cultivos debido a la violencia de las bandas y el control de estas sobre rutas de transporte cruciales, especialmente hacia Puerto Príncipe. Por ejemplo, el 6 de julio de 2023, Luckson Elan, el líder de la banda Gran Grif, ubicada en Artibonito, lanzó múltiples amenazas
en los medios sociales en las que advertía de que cualquier persona que regresara a sus campos agrícolas sería asesinada.

Las bandas también han utilizado el hambre como arma, a modo de táctica para debilitar a los rivales en sus territorios. En algunas zonas de Haití, el hambre alcanzó niveles sin precedentes entre septiembre de 2022 y febrero de 2023, y unas 19.000 personas se enfrentaban a condiciones de hambruna. En julio de 2022, los conflictos entre las coaliciones G-Pèp y G9 en la zona de Brooklyn, en Cité Soleil, causaron numerosas muertes y desplazamientos. La coalición G9 bloqueó deliberadamente el acceso a la zona de Brooklyn, impidió el desplazamiento de los habitantes y cortó las cadenas de suministro de productos básicos, incluidos los alimentos y el agua. Los ataques con francotiradores intensificaron aún más la situación, lo que causó malnutrición, brotes de enfermedades y la interrupción de servicios básicos. Pese a que ya no está totalmente bloqueada, en la zona sigue habiendo graves restricciones de la circulación para la población y el personal humanitario.

Si bien las condiciones han mejorado, a junio de 2023 la situación seguía siendo crítica y el 30 % de la población padecía hambre aguda. Casi dos millones de personas están en fase de “emergencia”, lo que indica que casi la mitad de Haití se enfrenta a una grave inseguridad alimentaria (véase el anexo 37).

El departamento de Artibonito, principal centro agrícola del país, sufre una escalada de violencia. Un análisis reciente del Programa Mundial de Alimentos (PMA) muestra una disminución notable de la tierra cultivada en 2022. Debido a las
actividades de las bandas, se han abandonado los campos en zonas como Marchand-Dessalines y Petite Rivière-de-l’Artibonite, lo que ha empujado a la comunidad agrícola hacia regiones menos productivas.

La táctica, utilizada por las bandas, de privar a la población de alimentos, agua y otros servicios esenciales constituye una grave violación de los derechos humanos.

Tráfico procedente de los Estados Unidos
99. Su relativa proximidad, la presencia de una considerable diáspora haitiana, los precios bajos y los escasos controles de las adquisiciones realizadas hacen de los Estados Unidos una atractiva fuente de material para los portadores de armas de Haití.
(véase el anexo 29).

100. Las autoridades de los Estados Unidos han reforzado los controles y han incautado diversas armas y municiones que se dirigían a Haití por mar y aire.

Entre enero de 2020 y julio de 2023, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos interceptó 15.938 cartuchos de munición de varios calibres, así como 35 receptores y 59 armas, incluidas 45 pistolas, 1 escopeta, 12 rifles y
1 ametralladora75

101. La gran mayoría de incautaciones realizadas por las autoridades de los Estados Unidos se han llevado a cabo en Miami, una ciudad que es uno de los principales puntos de salida de bienes en contenedores en dirección a Haití y, también, el único lugar de los Estados Unidos desde el que los barcos transportan bienes de segunda mano a granel a Haití. Estos buques salen de astilleros situados en el río Miami, que el Panel visitó, y se han usado para traficar armas y munición a Haití (véanse los anexos 29 y 30).

73. Michel Martelly, que fue presidente de 2011 a 2016, usó a las bandas para ampliar su influencia sobre los barrios con miras a impulsar su agenda política, con lo que contribuyó a un legado de inseguridad cuyas repercusiones aún se sienten hoy en día50. El Panel recibió información de que, durante su mandato, el Sr. Martelly había patrocinado a múltiples bandas como Base 257, Village de Dieu, Ti Bois y Grand Ravine, inclusive proporcionándoles fondos o armas de fuego.

74. Varias fuentes confirmaron que el Sr. Martelly creó Base 257, que a lo largo del tiempo fue financiada y armada para impedir que se celebraran manifestaciones contra el Gobierno en Pétion-Ville, especialmente a partir de 201451. La banda comete habitualmente asesinatos, secuestros, robos y tráfico de drogas 52 . El Sr. Martelly también ha usado a intermediarios para construir relaciones y negociar con otras bandas, inclusive mediante fundaciones y miembros de su escolta de seguridad. Por ejemplo, Arnel Joseph, antiguo jefe de la banda Village de Dieu, dijo que hablaba
regularmente con un intermediario que trabajaba en la escolta del Sr. Martelly, y añadió que el intermediario le proporcionaba armas de fuego e importantes sumas de efectivo53. En un video, Ti Lapli, uno de los actuales dirigentes de Grand Ravine, explicó que el expresidente había dado a Tet Kale (antiguo jefe de Grand Ravine) un rife Galil de 5,56 mm perteneciente a la policía y un rifle similar a Chrisla, jefe de la banda Ti Bois. Tras el asesinato de Tet Kale, Ti Lapli recuperó el arma.

77. El Panel está investigando la creación y financiación de bandas por varios agentes económicos y políticos, entre otras cosas mediante el uso de fundaciones, y continuará sus investigaciones.

Actualmente hay unas 200 bandas en activo en todo Haití. Las zonas bajo el control directo y bajo la influencia de las bandas representan en torno al 80 % de la zona metropolitana de Puerto Príncipe. Están desarrollando arsenales más sofisticados, y su potencia de fuego supera a la de la Policía Nacional Haitiana. Las bandas ejercen control e influencia sobre el 80 % de la zona metropolitana de Puerto Príncipe. Volviéndose más fuertes, más ricas, mejor armadas y más autónomas. La policía es la única línea de defensa. Entre 2012 y 2023, se declararon perdidas o robadas unas 2.500 armas de fuego de la policía mientras las cárceles están hacinadas, con una ocupación de celdas del 332 %. En agosto de 2023, solo 1.892 de los 11.816 presos7 del país habían sido realmente condenados por un delito.

 

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