Según unos investigadores de la Universidad de Illinois Chicago (UIC),las ecografías que detectan cambios «microestructurales» en el cuello uterino de una mujer podrían apuntar a que ella tiene un riesgo más alto de parto prematuro.
Las exploraciones se realizaron a partir de la semana 23 de embarazo y podrían ayudar a evaluar los riesgos de un parto «prematuro», incluso entre las madres primerizas. Entre el 10% y el 15% de los nacimientos se producen antes de término.
«Hoy en día, los médicos esperan señales y síntomas de un parto prematuro», como una ruptura de membrana, explicó la autora principal del estudio, Barbara McFarlin. Es profesora emérita de enfermería en la Universidad de Illinois Chicago (UIC).