Investigadores del Museo de Biología del Suroeste (MSB) de la Universidad de Nuevo México han hecho un descubrimiento significativo sobre la migración a larga distancia del colibrí gigante.
En tanto, su estudio de ocho años, publicado en ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’, revela que estos colibríes migran a grandes altitudes en los Andes, volando hasta Perú, cubriendo más de 5,200 millas. Este viaje, el primero de su tipo registrado, también condujo al descubrimiento de una nueva especie de colibrí gigante.
El equipo de investigación, liderado por Jessie Williamson de la Universidad de Nuevo México, trabajó en colaboración con la Pontificia Universidad Católica de Chile en Chile y el Centro de Ornitología y Biodiversidad en Perú. Su objetivo inicial era rastrear la migración invernal de los colibríes gigantes migratorios, que desaparecían después de reproducirse en las costas del Pacífico en el centro de Chile.
Colocando dispositivos de seguimiento en miniatura en los colibríes, descubrieron que migran a altitudes superiores a los 13,000 pies, ascendiendo a las montañas del Perú. Este viaje migratorio implica pausas en el ascenso para aclimatar su sangre y pulmones, similar a la estrategia utilizada por los montañeros humanos.
Dicho equipo también logró distinguir entre dos formas de colibríes gigantes utilizando la secuenciación del genoma de especímenes de museo, revelando que han evolucionado por separado durante unos tres millones de años. Como resultado, propusieron el nombre Patagona chaski para la nueva especie de colibrí gigante migratorio, reconociendo sus características compartidas con los mensajeros chaski del imperio Inka.
Este estudio demuestra la importancia de la colaboración internacional y el uso de tecnología innovadora en la comprensión de la migración y la evolución de las especies.
