Al menos dos bomberos han resultado heridos y más de cien familias han sido evacuadas de sus viviendas por los incendios desatados en la tarde de este martes en Quito, la capital de Ecuador, cuyas autoridades no creen que puedan ser extinguidos hasta el miércoles.
En una rueda de prensa conjunta con autoridades provinciales y nacionales, el alcalde de Quito, Pabel Muñoz, explicó que se ha activado el sistema de albergues del Patronato San José para atender a las familias evacuadas.
La evacuación se realizó por precaución, ya que hasta el momento son pocas las afectaciones a viviendas e infraestructura, según reportó Muñoz, quien dijo que no se han reportado víctimas mortales.
El fuego se inició en un sector rural y pronto se extendió por diferentes frentes hasta llegar al núcleo urbano de la capital ecuatoriana y alcanzar el Parque Metropolitano.
Muñoz precisó que en el combate contra las llamas participan 215 efectivos del Cuerpo de Bomberos de Quito, a quienes los calificó de «heroicos», y señaló que se han movilizado unas 440 personas en los diferentes frentes de la emergencia.
El Gobierno nacional ha suspendido para la noche de este martes los cortes de electricidad que estaban programados en Quito como parte de los racionamientos que comenzaron a darse desde la semana pasada, producto de la grave sequía que impide operar con normalidad las principales centrales hidroeléctricas del país.
La sequía también ha comenzado a causar problemas de suministro del agua en algunas partes del centro y sur de Quito, que han comenzado a registrar cortes del servicio de hasta doce horas al día esta semana.
Según el Instituto de Meteorología e Hidrología (Inamhi) de Ecuador, el país vive su peor estiaje (época seca) de los últimos 61 años, lo que ha facilitado la propagación de incendios, con más de 23.400 hectáreas afectadas por las llamas desde agosto.