Cuba enfrenta una «emergencia energética» con un déficit del 50% en la generación de electricidad, según el presidente Miguel Díaz-Canel. Este problema se debe a la dificultad de importar combustible, exacerbada por las sanciones de Estados Unidos.
Dicha situación ha provocado apagones de hasta 20 horas en algunas provincias, afectando gravemente la vida diaria. Lázaro Guerra, del ministerio de Energía y Minas, advirtió que el déficit podría superar los 1,600 megavatios en los momentos de mayor demanda.
Los cubanos, que llevan meses lidiando con apagones frecuentes, están cada vez más desesperados. En Camagüey, las autoridades intentan asegurar al menos tres horas de servicio eléctrico diario, pero muchos temen que las interrupciones se intensifiquen.
En tanto, las protestas han surgido en varias provincias debido a esta crisis.
La situación se complica por el deterioro de las infraestructuras energéticas, que incluyen termoeléctricas viejas y plantas alquiladas. En 2023, Cuba había logrado mejorar la situación tras el caos de 2022, pero los recientes problemas han devuelto la inestabilidad energética.
