A cinco se ha elevado en las últimas horas la cifra de muertos por el atropello colectivo en Magdeburgo, en el este de Alemania, que el canciller Olaf Scholz calificó de «acto demencial».
Scholz precisó que Alemania debe estar unida ante lo ocurrido y no permitir que el odio empiece a imperar en la vida cotidiana del país.
«No hay lugar que represente tanto la paz como un mercadillo navideño. Que acto tan bárbaro y demencial es irrumpir en él para matar y herir a la gente», dijo Scholz en una breve comparecencia en el lugar de los hechos al lado del primer ministro del estado federado de Sajonia-Anhalt, Reiner Hasseloff.
«En esos momentos tenemos que estar juntos, no podemos permitir que el odio impere en nuestra vida cotidiana», agregó. Tanto Scholz como Hasseloff señalaron que hay que hacerlo todo para investigar lo ocurrido y aplicar todo el peso de la ley.