Hemos observado como las personas están esforzándose en hacerse notar, y decirle al mundo que ellos son felices, “achievers”, unos triunfadores. Esto se ve principalmente atreves de los medios de comunicación llamados social media.
Aquel que no logra llegar a ciertos estándares económicos, llámese tener el carro del año, la casa tal, vestir de la marca tal, tener a los hijos en el colegio tal, viajar a tal lugar, codearse con personas tal (posee mucho dinero), que van al gyn tal, etc. Serían unos fracasados “loser”.
Por lo tanto, en estos tiempos hay una necesidad de demostrar a que grupo pertenece, como si esto fuera su Credo “tengo todo lo que quiero y quiero más, por eso soy feliz”, es una nueva forma de vida, es una nueva religión. Fanáticos de la felicidad dada por lo material.
Encontramos muchos libros de autoayuda para lograr una vida plena y con abundancia material. Al punto que unos de estos libro crean una nueva tendencia y todos hablan de él, y a los dos meses aparece otro y así sucesivamente, tiene que estar al día con las nuevas tendencia. Es un culto que no perdona ni la religión, se puede ver en algunos feligreses en este tren de vida.
Este culto a la felicidad tiene el inconveniente que se convierte en un bucle que se repite cuando no logramos los objetivos, nos convertimos en parias “Loser”, con esfuerzo podemos volver con el tiempo a ser triunfadores y este siclo se puede repetir una y otras ves, según el individuo.
Podría ser que esto explicaría, ¿que hoy en día hay un aumento en los trastornos de ánimo (depresivo) y este aumento también se observa en los niños y adolescentes?
Como refiere Seligman “Las culturas en las que el “yo” es muy importante y el “nosotros muy pequeño, las personas cuando fracasan no tienen mucho consuelo. No tienen un Dios en que creer, no tienen una familia amplia en la que apoyarse, no tienen una comunidad a la que pertenecer y no tienen objetivos mayores que constituyan consuelos frente al fracaso individual”.
No quiere decir que querer superarse y tener una mejor economía, mejorar la imagen, y el autoestima este malo, lo que esta malo es fanatizarse y querer estar en competencia con otros. Conocemos la frase que dice “todos los extremos son malos” es una verdad universal. Tener buena salud mental es vivir en armonía con uno mismo y el entorno.
