El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó por unanimidad una resolución que condena “en los términos más enérgicos” la creciente violencia de pandillas y la actividad criminal en Haití que está socavando la paz, la estabilidad y la seguridad en el país y la región.
Dicha resolución del viernes expresa profunda preocupación por el flujo ilegal de armas y municiones hacia Haití y su vínculo con el creciente control territorial por parte de pandillas y “los niveles extremos de violencia armada”, incluida la violencia sexual y de género, que conducen al deterioro de la seguridad en el país.
Asimismo, el Consejo extendió la misión política de la ONU en Haití, conocida como BINUH, hasta el 15 de julio de 2025, con el mandato de apoyar el avance de “un proceso político dirigido y controlado por los haitianos hacia la celebración de elecciones legislativas y presidenciales libres y justas”.
La resolución, patrocinada por Estados Unidos y Ecuador, reitera el apoyo del Consejo a una fuerza de seguridad multinacional dirigida por Kenia para ayudar a la Policía Nacional de Haití a restablecer la seguridad. El contingente inicial de 200 policías kenianos llegó a la capital, Puerto Príncipe, el 25 de junio.
Sin embargo, Haití pidió una fuerza internacional para combatir a las pandillas en 2022, y el secretario general de la ONU, António Guterres, pidió durante meses que un país liderara esa fuerza antes de que aparecieran los kenianos.
Mientras que, las bandas han ganado poder desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse el 7 de julio de 2021 y se estima que ahora controlan hasta el 80% de la capital. El aumento de asesinatos, violaciones y secuestros ha provocado un levantamiento violento de grupos de vigilantes civiles.
El Consejo de Seguridad también acogió con satisfacción el establecimiento de un gobierno de transición encabezado por el primer ministro Garry Conille , ex especialista en desarrollo de las Naciones Unidas, que llegó al país a principios de junio. La semana pasada, dijo al Consejo que la policía keniana será crucial para ayudar a controlar las bandas del país y avanzar hacia la celebración de elecciones democráticas.
La embajadora de Estados Unidos, Linda Thomas-Greenfield, dijo después de la adopción de la resolución que la BINUH “juega un papel clave en el apoyo a una transición democrática” en Haití.
De igual manera, agregó que hay motivos para tener esperanza en la misión policial liderada por Kenia “y en las perspectivas políticas de Haití en general, pero es necesario hacer mucho más”.
Kenia ha prometido 1,000 policías y Thomas-Greenfield dijo que están trabajando para desplegar más. Dijo que Benin participó en una reunión con Conille la semana pasada y anunció que están preparando a unos 2,000 policías para participar en la fuerza.
En tanto, el Embajador de Ecuador ante la ONU, José de la Gasca, destacó la importancia de la solidaridad regional para ayudar a Haití, el país más pobre de América Latina y el Caribe, a superar sus numerosos desafíos. Dijo que la adopción unánime de la resolución “juega un papel crucial en el apoyo a la transición democrática de Haití y el restablecimiento de la seguridad en el país”.
El embajador de Haití ante la ONU, Antonio Rodrigue, dijo al consejo que la resolución “representa un sólido apoyo por parte de la comunidad internacional a los esfuerzos desplegados para ayudar a Haití a restablecer las instituciones democráticas y avanzar en la transición política con la participación de todos los sectores de la sociedad”.
La ampliación del mandato de la BINUH “es un paso en la dirección correcta”, dijo, “pero aún queda mucho por hacer”.
Rodríguez dijo que la llegada de los contingentes kenianos iniciales ha dado “gran esperanza” a los haitianos “de que verán el fin de su sufrimiento y de la violencia que enfrentan”.
Reiteró los llamamientos a la comunidad internacional para que apoye a la Policía Nacional de Haití y a la misión policial internacional.