27 Julio 2024

Ludopatía y Disfunciones Familiares

La ludopatía, o adicción al juego, es un trastorno de control de impulsos que afecta significativamente la vida del individuo y sus relaciones interpersonales.

Teleuniverso

La ludopatía, o adicción al juego, es un trastorno de control de impulsos que afecta significativamente la vida del individuo y sus relaciones interpersonales.

Desde una perspectiva psiquiátrica, este trastorno no solo se manifiesta a través de síntomas psicológicos, sino que también está asociado con cambios neurobiológicos específicos en el cerebro.

Se observa una disminución en la funcionalidad de la corteza prefrontal, lo que conduce a dificultades en el control de impulsos y en la capacidad para resistir la urgencia de jugar. Esto puede resultar en decisiones impulsivas y en la búsqueda de gratificación inmediata sin considerar las consecuencias a largo plazo.

El juego patológico se asocia con una alteración en la liberación de los neurotransmisores serotoninérgicos, noradrenérgicos, dopaminérgicos, etc. lo que puede provocar una sensación de euforia, impulsividad durante el juego, reforzando el comportamiento adictivo.

Los individuos con esta patología presentan la necesidad de jugar con cantidades crecientes de dinero para alcanzar el grado de excitación deseado, irritabilidad o inquietud cuando se intenta detener el juego, y el intento repetido sin éxito de controlar, reducir o detener este comportamiento. Además, estos individuos mientes a sus familiares para ocultar la gravedad de su juego compulsivo.

La adicción al juego conlleva consecuencias financieras graves, que pueden traducirse en estrés y ansiedad constantes dentro del entorno familiar y laboral. La sensación de traición y la pérdida de confianza son emociones comunes entre los familiares del individuo con adicción al juego.

La ludopatía puede coexistir con depresión, ansiedad, trastornos de personalidad, e incluso con el abuso de sustancias, complicando el cuadro clínico y el tratamiento.

Los hijos de los ludópatas, en particular, pueden experimentar un impacto significativo en su desarrollo emocional, manifestando problemas de conducta y rendimiento académico.

El entendimiento de las bases neurobiológicas de la ludopatía es crucial para el desarrollo de estrategias terapéuticas efectivas. Los tratamientos pueden incluir terapias cognitivo-conductuales diseñadas para mejorar el control de impulsos y la toma de decisiones, terapia familiar para sanar la disfuncionalidad familiar, así como intervenciones farmacológicas que modulen la actividad de los neurotransmisores implicados. La adicción al juego requiere un enfoque integral que aborde tanto la adicción del individuo como sus efectos en la familia

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