Meghan Markle y el príncipe Harry buscan la ayuda de las autoridades porque sienten que su seguridad y la de su pequeño Archie está en peligro en su nueva casa de Hollywood Hills.
Los duques de Sussex se vieron obligados a llamar a la policía de Los Ángeles en distintas ocasiones para reportar varios incidentes con los drones que sobrevuelan constantemente su hogar, según una exclusiva que publicó The Daily Beast y que muchos otros canales de noticias corroboraron.