28 Marzo 2024

Una expresión cultural acorde con nuestra sociedad

Teleuniverso

Por: Ramón Antonio Veras.

Introducción

1.- No es cuestión de edad, criterio ideológico o ubicación de clase social. La realidad es que cada día se hace más notoria la degradación ética y moral de la sociedad dominicana.

2.- Luego de la puesta en circulación del libro de nuestra autoría, “Mi parecer sobre la sociedad dominicana de hoy”, algunas personas amigas, que han leído el texto, nos han dicho que hemos sido muy rígidos al abordar el tema relacionado con el cambio de conducta que se ha operado en la forma de comportarse la nueva generación de nuestros connacionales.

3.- Al escuchar las observaciones respecto a lo estricto que somos en torno a las inconductas que diario observamos, nos hemos limitado a responder diciendo que no hemos hecho otra cosa que describir los rasgos que caracterizan a la degradada sociedad bajo la cual estamos viviendo.

4.- Examinar y dar a conocer la materialidad de un medio social, no es más que reseñar de manera certera y desapasionada lo que está a la vista.

5.- Lo que expusimos en el texto “Mi parecer sobre la sociedad dominicana de hoy”, no es más que la fotografía del ambiente dominicano en el cual mujeres y hombres dan riendas sueltas a inmoralidades, interpretando lo que es la creencia de su moral.

I.- Confirmación de la degradación bajo la cual estamos viviendo

6.- El citado libro “Mi parecer sobre la sociedad dominicana de hoy”, fue puesto al alcance de la opinión pública, el día 9 de septiembre del año en curso 2022, y ya comienzan a confirmarse las ideas que en el mismo desarrollamos.

7.- Los argumentos que tomamos para explicar el agrietamiento ético y moral de la sociedad dominicana del presente, han sido confirmados por razonamientos hechos por personas vinculadas a distintas actividades.

8.- El pastor Feliciano Lance Custodia, del Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (CODUE), consideró “que la sociedad dominicana necesita una “urgente” reforma moral ante el progresivo deterioro en el comportamiento social, por influencia, en algunos casos de los representantes del llamado género musical “urbano” o “de calle”.[i]

9.- El comunicador y periodista Juan Taveras Hernández, luego de la presentación en el país, del “reguetonero” Bad Bunny, escribió: “No hay dudas de que el mundo está, como decía Eduardo Galeano, “patas arriba” en la cultura como en la política, de tal modo que los valores del buen gusto, de la belleza, de lo ético y lo moral se han desvanecido en el mundo del espectáculo, donde nada es verdad y nada es mentira, donde lo feo ha ocupado el lugar de lo estético, de lo hermoso, de lo bello…” [ii]

10.- Muchos años antes de lo expuesto por el pastor evangélico y el profesional de la comunicación, el compositor y artista Rafael Solano, había dicho: “La música criolla va camino a la prostitución”. El Caribe, 29 de junio 2016.[iii]

11.- En su momento, la prensa nacional dominicana publicó la noticia de que:

“El cantante urbano Jesús Jiménez “El Químico Ultramega”, promueve en las redes sociales el consumo de la marihuana y la vulgaridad”. [iv]

II.- La fea realidad de una sociedad dañada

12.- Las informaciones que acabamos de transcribir en los párrafos anteriores, no son las expresiones de nuestro sentir y forma de pensar. Solamente nos hemos limitado a reproducir opiniones vivamente narradas por diferentes personas y en épocas distintas.

13.- En la obra Mi parecer sobre la sociedad dominicana de hoy, no hicimos otra cosa que poner a la vista y alcance de quienes tengan la posibilidad de leerla, lo que es la materialidad de la sociedad donde estamos conviviendo personas auténticas y falsas, simuladoras y sinceras.

14.- En nuestro país, muchas personas se contentan con ver las cosas, no como son, sino a su conveniencia, porque se han acostumbrado a vivir de ilusiones, y no de realidades. Están adaptadas a lo que existe, aunque no sea lo mejor para su país, en sí, se han conformado con aceptar la sociedad dominicana como está, aunque cada día se convierte, más y más, en un fango social.

15.- La sociedad humana que describimos en la obra: “Mi parecer sobre la sociedad dominicana de hoy”, no es la que soñamos y por la que hemos accionado desde la adolescencia. Nos estamos moviendo en un orden social nauseabundo, aunque idílico para algunos de los nuestros.

16.- Esa cosa que se escucha por ahí, y que algunos desorejados llaman música, no es más que la materialidad cultural de la nueva sociedad dominicana en plena decadencia ética y moral.

17.- La cultura debemos verla “como conjunto de valores materiales y espirituales alcanzados por el ser humano, en la literatura y en el arte, la experiencia de la producción de bienes; los conocimientos científicos, la técnica y la difusión de la instrucción pública”. En países como el nuestro predomina la expresión cultural de clases sociales decadentes, que copian el modo de vida del imperio que manda la línea del desenfreno.

18.- Esa parte de la juventud dominicana de ahora, entregada a los vicios, aprendió una cultura importada que le fue enviada, precisamente, para que se ubicara en la inmoralidad, y de ahí en adelante hiciera de las drogas, el desorden sexual y la delincuencia, una forma nueva de cultura nacional.

III.- Ideas finales

19.- A las clases dominantes en la sociedad dominicana de estos tiempos, hay que recordarles que no deben darse por alarmadas, porque lo peor no ha llegado. Aquí todavía falta por ver más de lo que aporta la cultura de la depravación, la perversión y otros hábitos de sucias actuaciones.

20.- En el ser humano una cosa es su deseo, lo que quiere, y otra muy distinta, la que le pinta la realidad. Así, por ejemplo, quisiéramos decir que vivimos en una sociedad agradable, acogedora, sumamente humana. Pero nuestro anhelo choca con la materialidad, porque estamos en un medio social inútil, cruel, desagradable, en el cual imperan las desigualdades y las inmoralidades.

21.- La forma como está organizada la sociedad dominicana, la hace incapaz de garantizar una existencia digna; resulta inservible para generar felicidad; es inútil para crear solidaridad. Ella se evidencia imposible de motivar el decoro, la honradez y las virtudes cívicas y ciudadanas.

22.- Pura y simplemente, el modo de vida de las dominicanas y los dominicanos de hoy, es una calamidad porque el sistema social vigente es incompetente para satisfacer las necesidades materiales y espirituales más apremiantes de nuestro pueblo, así como también está en la imposibilidad de generar un ambiente de decencia.

 

 

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