La jueza de la Suprema Corte de Justicia, Vanessa Acosta Peralta, enfatizó la necesidad de cambiar la perspectiva en el tratamiento de personas relacionadas con el uso problemático de drogas, destacando la importancia de considerar la salud mental y la participación de la víctima en su proceso de recuperación. Abogó por un enfoque distinto a la represión, buscando alternativas que les permitan reintegrarse en la sociedad y la familia.
Acosta Peralta criticó la cultura de penalización, señalando que la privación de libertad ha sido considerada como la única respuesta a la criminalidad, lo que obstaculiza la reinserción y recuperación de los infractores. Destacó la responsabilidad del Poder Judicial en la restauración de estas personas y abogó por su transformación.
La jueza destacó la importancia de ofrecer oportunidades de reinserción y rehabilitación efectivas, mencionando que algunos países están implementando alternativas al encarcelamiento para delitos relacionados con las drogas, con el objetivo de reducir la reincidencia, aliviar la sobrecarga en los sistemas penitenciarios y considerar la dignidad humana.
Para implementar estas alternativas, Acosta Peralta propuso cambios significativos en la legislación, una mejor colaboración interinstitucional y un firme compromiso con los derechos humanos y la igualdad de género. Subrayó que el objetivo principal debe ser abordar las causas profundas del problema y ofrecer soluciones sostenibles que beneficien tanto a la persona como a la sociedad en su conjunto.
Sus comentarios se realizaron durante un taller de «Sensibilización en género, justicia penal y alternativas al encarcelamiento», respaldado por la Organización de Estados Americanos (OEA), a través de la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas y la Comisión Interamericana de Mujeres (OEA/CICAD/CIM), con el apoyo de Canadá.