Misiles rusos impactaron ciudades ucranianas este lunes, dañando el mayor hospital infantil del país, interrumpiendo cirugías y obligando a pacientes de cáncer a recibir tratamiento al aire libre. Al menos 31 personas murieron y 150 resultaron heridas.
Este fue el bombardeo más intenso sobre Kiev en casi cuatro meses, alcanzando siete de los diez distritos de la ciudad. Rusia negó atacar el hospital, alegando que sus objetivos eran militares.
El ataque ocurrió un día antes de una cumbre de la OTAN en Washington. Zelenskyy espera que la cumbre resulte en más defensas antiaéreas para Ucrania.
En tanto, Joe Biden condenó los ataques como un recordatorio de la brutalidad rusa.
En el hospital, equipos de rescate buscan víctimas entre los escombros. Volker Türk, comisionado de derechos humanos de la ONU, afirmó que los niños más enfermos de Ucrania están entre las víctimas.
