18 Abril 2025

Semana Santa

Un tiempo de recogimiento espiritual o de fiesta intensa… ambas elecciones impactan tu mente más de lo que imaginas. Conocer cómo cuidarte en cada caso es clave para tu bienestar emocional.

Teleuniverso

Cada año, al acercarse la Semana Santa, emergen dos formas muy diferentes de vivir este período: para unos, representa introspección, espiritualidad y comunión con la fe; para otros, es sinónimo de escapada, playa, bonche y desconexión del estrés cotidiano. Aunque parecen opuestas, ambas formas de vivir la Semana Santa conllevan riesgos y oportunidades para la salud mental, especialmente si no sabemos cómo equilibrarnos emocionalmente.

Dos caminos, una sola mente

Desde la perspectiva psiquiátrica, es fundamental comprender que tanto el recogimiento religioso como la búsqueda de diversión son conductas normales dentro del espectro humano. Sin embargo, el problema surge cuando se cruzan los límites de lo saludable.

Por ejemplo, las personas que buscan sentido en la religión pueden llegar a padecer obsesiones religiosas o culpas patológicas que se manifiestan en pensamientos intrusivos, prácticas compulsivas y aislamiento social. Esto puede vincularse con trastornos como el TOC religioso, un subtipo reconocido clínicamente (Siev & Cohen, 2007).

Del otro lado, quienes eligen el disfrute, la fiesta y el consumo de alcohol o sustancias, también corren riesgos. No es lo mismo el uso moderado que el abuso de sustancias, especialmente en jóvenes, donde el cerebro aún está en proceso de maduración. Estudios recientes confirman que el consumo excesivo durante períodos festivos puede aumentar los síntomas de ansiedad, depresión y comportamientos impulsivos (Volkow et al., 2022).

¿Qué es normal y qué no?

Dudar de la propia fe, querer descansar, bailar o aislarse un tiempo no son, por sí mismos, signos patológicos. Lo preocupante es cuando:

  • La práctica religiosa se convierte en una fuente de miedo, castigo o culpa paralizante.
  • El uso de alcohol o drogas se convierte en una vía de escape del malestar emocional.
  • Se pierde el control sobre los impulsos y se entra en una espiral de conductas autodestructivas.

El reto está en identificar los límites de lo saludable. En ambos extremos, lo que puede parecer “normal” puede en realidad estar encubriendo un trastorno emocional que requiere atención profesional.

Estrategias para una salud mental equilibrada en Semana Santa

Tanto si decides irte de retiro espiritual como si te vas de bonche, aquí algunas recomendaciones para cuidar tu equilibrio mental:

🔹 Pon límites claros: Evita excesos, ya sea en prácticas religiosas o en el consumo de sustancias.
🔹 Escucha tu cuerpo y mente: ¿Estás huyendo de algo o estás realmente disfrutando?
🔹 No te aísles emocionalmente: Comparte lo que sientes, con amigos, familia o un profesional.
🔹 Mantén una rutina básica de autocuidado: Comer bien, dormir, respirar, moverte.
🔹 Busca conexión real: La espiritualidad y la diversión tienen más sentido cuando te reconectan contigo mismo y no cuando te desconectan de tu bienestar.

Los efectos de esta época no son iguales en todos. Las mujeres suelen estar más expuestas a cargas emocionales familiares y a sentimientos de culpa cuando intentan tomarse un tiempo para sí mismas. Por otro lado, los hombres pueden expresar su malestar mediante conductas impulsivas, abuso de sustancias o negación del sufrimiento emocional, lo que eleva el riesgo de conductas de riesgo.

Amigos celebrando y mochileros caminando en Semana Santa

Durante los últimos años, diversos estudios y reportes clínicos han señalado un aumento en las consultas psiquiátricas posterior a la Semana Santa, especialmente relacionadas con cuadros de ansiedad, crisis existenciales y síntomas depresivos tras el abuso de alcohol, episodios de violencia o decepciones personales. Un caso documentado en 2023 por la revista Frontiers in Psychiatry presentó un aumento del 18% en ingresos de urgencias psiquiátricas en países con alta carga religiosa durante este período.

Como psiquiatra con experiencia clínica y formación en neuropsicología y terapia familiar, puedo afirmar que consultar con un especialista a tiempo puede marcar la diferencia entre una recaída emocional y una recuperación saludable. En Punta Cana, brindo atención a pacientes locales y turistas que necesitan ayuda para superar crisis, regular emociones o entender su mundo interno con herramientas basadas en la ciencia. La salud mental no tiene temporada

No importa si eliges la iglesia o la playa, el recogimiento o el bonche. Lo importante es que no te olvides de ti, de tu salud mental y de tu derecho a sentirte bien. La salud mental es para todos, y es lo primero.

En Punta Cana, contar con un psiquiatra con experiencia y conocimientos en rehabilitación neurocognitiva permite que tanto familias dominicanas como visitantes internacionales puedan acceder a un tratamiento integral y especializado. Cuidar tu mente es un acto de amor propio. Y no hay mejor momento para empezar que ahora.

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